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Resplandor Cristiano

Reflexiones Crisrianas

Alégrate por el día de Hoy

Alégrate por el día de Hoy

En su libro titulado The Tapestry (El Tapiz), Edith Schaffer describe un verano en que su esposo Francis pasó tres meses en Europa.  Durante ese tiempo, en el que lo extraño mucho, Edith y su hermana Janet llevaron a sus hijos a vivir a una antigua escuela Cape Cod.  Puesto que tenían muy poco dinero, compartían la renta, no tenían auto y creaban aventuras a diario para los cinco niños.

Mirando atrás años después, Edith dijo que ese verano:  Nunca más he vuelto a pasar un tiempo así con mis hijos ni con mi hermana o sobrinos.

Los repentinos y queridos momentos de la vida hay que reconocerlos por lo singulares que son.  No se pueden desperdiciar deseando otra cosa.

La perspectiva de Edith nos ofrece una clave para aplicar las palabras del Salmo 118:24:

Este es el día que el Señor ha hecho; recocijémonos y alegrémonos en él.

Durante los momentos difíciles nos vemos tentados a volvernos pasivos mientras esperamos que pase una tormenta de la vida.  Pero Dios nos invita a buscar activamente las oportunidades que tenemos a la mano en lugar de lamentarnos por lo que no tenemos.

Puesto que el Señor ha hecho este día, podemos ver más allá de las puertas cerradas y ver la gente y las oportunidades que antes pasamos por alto. Al celebrar sus valor descubriremos el gozo y la alegría que vienen de Dios.  -DCM

Fuente:  Nuestro Pan Diario 2005 , Editorial DHP

Tu cara no es tuya

Las empresas de cosméticos facturan millones de dólares por año en sus productos. Podemos decir sin temor a equivocarnos que la reina del mercado es hoy en día la cosmética. Cremas para la cara, cremas antiarrugas, cremas de limpieza facial, delineadores, brillo labial, sombras, bellos tonos de ruge para los labios y rubor para las mejillas, mascarillas de arcilla en sitios spa, crema antiacné para los adolescentes, etc., etc., atraen a hombres y mujeres, grandes y chicos, ricos y pobres en esta tendencia fóbica de cuidar y embellecer la cara.

Pero en realidad la cara no es tuya, ¿sabías? Aunque gastes fortunas en su mejoramiento, tu cara, tu rostro, la imagen que transmite no es ni nunca será tuya a menos que andes constantemente con un espejo colgando de tus narices. De lo contrario, los que vean y disfruten tu rostro serán los demás, nunca tu. No hay porqué obligar a los demás a ver una cara amargada.” No hay duda que nos alegra ver rostros alegres y optimistas, así de la misma manera, los dueños de esos rostros tienen derecho a esperar reciprocidad de parte nuestra con otra cara alegre.

Escasean, ¿verdad? Abundan las otras caras, las de ceño fruncido, las sonrisas forzadas, la de ojoso airados y fuera de órbita, muelas apretadas, mandíbulas tensas. ¿Será por eso que al entrar a un comercio necesitamos que se nos diga: “Sonría lo estamos filmando”? La palabra de Dios dice: “El corazón alegre hermosea el rostro” o sea que una cara tensa y avinagrada puede estar simplemente evidenciando que ese corazón está cargado de pesares Es que al fin y al cabo, de la abundancia del corazón habla la boca. Sí, en alguna medida, la cara es la ventana del alma, y muchas veces una ventana sucia me habla de una casa sucia y de un dueño sucio, así también una cara triste me habla de una vida triste y de un individuo triste. ¿Cómo está tu corazón, alegre porque has experimentado el amor de Dios o triste hasta tal punto que no puedes disimularlo? Sonríe, Dios te ama.

Pablo Martini

Noviazgo Cristiano

I. Definición
A. La Biblia no habla explícitamente en cuanto a lo que ahora conocemos como "noviazgo". Sin embargo, para el cristiano, debe ser una relación hacia el matrimonio. (Génesis 2:20-24). No es un juego o pasatiempo.
B. El noviazgo es menos íntimo y comprometido que el matrimonio, pero mucho más que una amistad.
C. Un noviazgo, aunque es una relación con mira al matrimonio, no tiene que terminar en una boda (en matrimonio). Pero sin embargo, el noviazgo es la relación que establecen un hombre y una mujer con el fin de desarrollar la estructura base para el matrimonio.


II. El noviazgo cristiano debe ser entre dos cristianos


A. No debemos tener enlaces fuertes con un no cristiano (2 Co. 6:14-7:1).
B. Para andar juntos, deben tener las mismas metas (cristianas) (Amos 3:3).
C. Andar con una persona inadecuada nos daña (Prov. 13:20).
D. Es un engaño contraer noviazgo o matrimonio para convertir a la otra persona (1 Co.7:16).
E. No por ser los dos cristianos automáticamente deben casarse (1 Ti. 5:1-2).


III. El proceso de un noviazgo cristiano debe seguir la voluntad de Dios.


A. Debemos buscar y esperar la voluntad de Dios, sabiendo que es buena, agradable y mejor que la nuestra (Rom. 12:1-2).
B. Es muy importante estar buscando la voluntad de Dios para casarse "en el Señor" (1 Co. 7:39).
C. No debemos enredarnos en un noviazgo si no es la voluntad de Dios (2 Ti. 2:3,4,1 Co. 7:7-9,17,27-28).
D. Es esencial tener la mujer que Dios tiene para uno (Prov. 18:22, 19:14).
E. El tiempo de comenzar un noviazgo debe quedar bajo la voluntad de Dios (Ecles. 3:1-8, CC. 2:7, 3:5, 8:4).
F. Debemos concentrarnos en las cosas agradables a Dios- una relación que diminuya mi ministerio no es la voluntad de Dios (Col. 1:10, 3:1-2, Fil. 4:8, etc.)
G. Los jóvenes no deben discipular a las jóvenes, sino dejar esto a las mujeres más maduras (Tito 2:1-6).
H. Es algo muy serio y poderoso abrir el corazón a una persona del sexo opuesto. Debemos estar seguros de la voluntad de Dios antes de hacerlo (Gn. 34:3, Jue. 16:15-18, 19:3, 2 R. 11:4, Rut 2:13, Prov. 6:23-25, 7:25, Ecl. 7:26, Os. 2:14, CC 8:6, etc.).


IV. Nuestro trato con el sexo opuesto siempre debe ser santo y puro.


A. La voluntad de Dios es que seamos santo y que evitemos la fornicación (1 Tes. 4:1-8, 1 Ti. 4:12, 5:22, 2 Ti. 2:22).
B. El sexo, creado por Dios, es bueno (Gn. 1:31), pero sólo dentro del matrimonio (He. 13:4, Prov. 5:15-23).
C. A las jóvenes cristianas hay que tratarlas como hermanas, con toda pureza (1 Ti. 5:2).
D. Es importante tener casi nada de contacto físico con una persona del sexo opuesto (1 Co. 7:1).
E. Es sano establecer relaciones sociales en grupo en vez de individualmente (He. 10:24-25).
F. La Biblia enfatiza la importancia de la pureza (1 Ti. 4:12, Tito 1:15, 1 Jn. 3:3, etc.).
G. Hay actitudes sexuales aparte de la fornicación que Dios condena (Job. 31:1, Mt. 5:27-28, Ro. 1:24-32, Gá. 5:19-21, 1 Tes. 4:3, etc.).
H. Un poco de estímulo produce el deseo para hacer más (Ecl. 1:8, CC 2:6-7).


V. Levantar expectativas en el sexo opuesto nunca es un juego: es algo serio.


A. No debemos tomar nuestros patrones para el noviazgo del mundo, sino de Dios (Ro. 12:1-2, Col. 3:1-10, etc.).
B. Lo que sembramos, cosechamos. No podemos burlarnos de Dios o de otro hermano sin sufrir las consecuencias (Gá. 6:7-8).
C. Hay que cuidar de no lastimar a la otra persona. La mujer es más sensible. (1 P. 3:7).
D. No se debe levantar temas del noviazgo o del matrimonio entre dos personas del sexo opuesto si no están pensando seriamente en hacerse novios (1 Ts. 4:6).
E. Un dirigente tiene más responsabilidad de cuidarse en esto que los demás (1 Ti. 5:19-20, Stg. 3:1).


VI. Dios nos pide esperar con paciencia


A. Si uno no tiene paciencia para esperar, no es amor (1 Co. 13:4,7)
B. Es muy importante no apresurarse (Ecl. 11:9, 12:1).
C. Un noviazgo no debe precipitarse (CC 2:7, 3:5, 8:4).

A cambiar el clima de nuestra mente

A cambiar el clima de nuestra mente

El clima es algo que no podemos cambiar por más que nos esforcemos.
Que nos toque una tormenta o un cielo gris nublado no depende de nosotros. Pero lo que sí podemos cambiar es nuestro clima interior. Nosotros podemos decidir si queremos un día soleado, sin turbulencia, o si queremos vivir un infierno tormentoso, lleno de estrés y angustia.

Lance Secretan, en su libro “Reclaiming a Higher Ground”, comenta una investigación desarrollada por la Universidad de California en San Francisco donde se tomó una nuestra de cuatrocientos pacientes que habían sufrido un ataque al corazón y dolor de pecho intenso. Usaron a doscientos pacientes como grupo de control. Para la otra mitad se organizaron grupos de oración que oraban en instalaciones ajenas al hospital. Ningún paciente sabía que se estaba orando por él. Al final de la investigación, ninguno de los pacientes por los que se estaba orando había necesitado la máquina de respiración artificial. En cambio, en el grupo que no recibió oraciones hubo doce pacientes que necesitaron los respiradores.

Intuitivamente sabemos que lo que hacemos puede impactar en las personas, pero esta investigación probó científicamente este hecho. Nuestras acciones son como el fuego de una vela. La vela no es mala ni buena. Es cómo las usemos lo que nos permite realizar un juicio sobre ella. Las podemos usar para servir, iluminando un pequeño ambiente, o las podemos usar para iniciar un incendio que perjudique a miles.

Tratemos de usar nuestra vela para construir. Tratemos de que la mayor cantidad de pensamientos que pasan por ella sean los mejores. Esto no solo puede tener efectos positivos en la otra persona; a quien más favorece es a nosotros mismos.

Otra sugerencia es estar más conscientes de nuestros pensamientos. Nuestra mente es como un auto que frecuentemente se maneja solo escogiendo rutas que no son las que más nos convienen. Tome el timón del auto de su mente y trate de ser consciente de por dónde maneja. Por ejemplo, evalúe cuánto tiempo invierte discutiendo algo que está mal, o conversando de hechos políticos que le desagradan o hablando mal de alguien. Recuerde que hablar mal no arreglará los problemas. Al contrario, los pensamientos negativos complican los problemas.

Hoy más que nunca, las palabras del Pablo en sus cartas a los Romanos y a los Efesios deben sonar más fuertes en nuestras vidas:
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2

..despojaos del viejo hombre,… y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad
Efesios 4:22-23

Fuente.

EL VALOR DE LAS PEQUEÑAS COSAS

Aprende a escuchar el valor de las pequeñas cosas, de los acontecimientos. Verás
que todo habla, todo se comunica contigo.
Con cada falta de delicadeza, hiero un poco a aquellos que me aman.
Con cada desatención, no soy ni educado ni cristiano.
Con cada mirada de desprecio, alguien resulta golpeado.
Con cada gesto de impaciencia, doy una bofetada invisible a los que viven a mi
lado.
Con cada perdón que niego, va un pedazo de mi egoísmo.
Con cada resentimiento que esbozo, revelo algo de mi amor propio herido.
Con cada palabra áspera que digo, pierdo algunos puntos para el cielo.
Con cada omisión que practico, rasgo una hoja del evangelio.
Con cada limosna que niego, alejo más triste a un pobre.
Con cada juicio malicioso, aflora mi lado mezquino.
Con cada oración que no hago, pierdo un mundo de gracia.
Con cada burla que hago, peco contra el silencio.
Con cada llanto que enjuago, hago más feliz a mi hermano.
Con cada acto de fe, canto un himno a la vida.
Con cada sonrisa que desparramo, planto una esperanza.
Con cada espina que clavo, lastimo el corazón de un semejante.
Con cada espina que arranco, alguien besará mi mano.
¡ Con cada rosa que ofrezco los Ángeles dicen AMEN!

Silvina Donoso 

VIVE MEJOR

Haz como los pájaros: comienza el día cantando. La música es alimento para el espíritu. Canta cualquier cosa, canta desafinando, pero canta. Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno que la vida le ofrece. Si insistes en no cantar, por lo menos escucha mucha música y déjate llevar por ella. 

Ríete de la vida, ríete de los problemas, ríete de ti mismo. La gente comienza a ser feliz cuando es capaz de reírse de sí misma. Ríete de las cosas buenas que te suceden. Ríete abiertamente para que todos se puedan contagiar de tu alegría. 

No te dejes abatir por los problemas. Si  procuras convencerte de que estás bien, 
vas a terminar convenciéndote de que realmente lo estás, y cuando menos lo pienses te vas a sentir realmente bien.
 

El buen humor, así como el mal humor, se contagian. ¿Cuál de ellos vas a escoger?
Si estás de buen humor, las personas a tu alrededor también lo estarán y eso te dará más fuerza.
 

Lee cosas positivas.Lee buenos libros, lee poesía, porque la poesía es el arte de aceitar el alma. Lee romances, historias de amor, o cualquier cosa que reavive tus sentimientos más íntimos, y más puros. 

Practica algún deporte.¡El peso de la cabeza es muy grande y tiene que ser contrabalanceado con algo! Además te vas a sentir bien dispuesto, más animado, más joven. 

Encara tus obligaciones con satisfacción.Es maravilloso disfrutar lo que se hace. 
Pon amor en todo lo que está a tu alcance.
 Cuando te propongas  hacer algo, ¡métete de cabeza! 

No dejes escapar las oportunidades que la vida te ofrece, no vuelven. No eres tú que está pasando, son las oportunidades que dejaste ir. 

Ninguna barrera es infranqueable si estás dispuesto a luchar contra ella. Si tus propósitos son positivos, nada podrá detenerlos. No dejes que tus problemas se acumulen, resuélvelos lo antes posible. 

Habla, conversa, explica, discute y perdona: el silencio mata. Exterioriza todo, deja que las personas sepan que las estimas, que las amas, que las necesitas. ¡Amar no es vergüenza, por el contrario, es lindo!  

Vuelve a las cosas puras, dedícate a la naturaleza. Cultiva tu interior y ella hará que brote belleza de todos tus poros. 

No seas aburrido... ¡Tú puedes! ¡Todos podemos!
Entonces ... ¡¡¡Vamos!!!

Vive Mejor hoy!!!

Si te preocupas por estar en forma

¿Estás en forma? ¿Qué estás haciendo o dejando de hacer que te impide estar en forma? ¿Qué necesitas para ponerte en forma?

Estar en buena condición física es importante porque nuestra salud en general depende de ello. El descuido de nuestra condición física puede causar problemas de salud, enfermedades y aun la muerte.

Los expertos de la salud concluyen que el ejercicio es vital para la salud de las personas. Fumar, comer alimentos con mucho colesterol y grasa, y vivir en un estado de ansiedad, aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Estás enfermedades son una de las causas primordiales de muerte en el mundo.

Cuando oímos esto, nos preocupamos. Empezamos a trotar, tomar vitaminas, hacer ejercicios y hasta nos ponemos a dieta, todo con la esperanza de mejorar nuestra salud y posponer nuestra muerte.

Sin embargo, centenares de personas mueren alrededor del mundo debido a otro tipo de mala condición--la condición espiritual. Ellos descuidaron la condición más importante de todas--la condición del alma. La Biblia dice: "Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera" (1 Timoteo 4:7,8).

Es decir, el estar físicamente en forma o el entrenamiento corporal es bueno, pero cuando lo comparamos con la eternidad, ¿cuál es más importante? ¿La condición espiritual o la condición física? Dios quiere que enfoquemos en lo eterno.

¿Por qué es más fácil para nosotros enfocar en lo físico?

Nosotros vivimos en lo concreto, lo aparente, y se nos hace difícil relacionarnos con las cosas espirituales, las cuales, aunque reales, no podemos percibir.

Nosotros queremos ver resultados inmediatos. Y los resultados de un cuerpo sano y bien entrenado son obvios. Los resultados del entrenamiento espiritual pueden ser más difíciles de detectar a primera vista y para desarrollarlos se requiere más disciplina.

Los beneficios de estar en forma sólo nos afectan durante esta vida. Pero, como leímos en la Biblia, una vida disciplinada en la piedad, no sólo nos beneficia durante esta vida, sino también en la vida venidera.

¿Cómo podemos ejercitarnos en la piedad?

Mucha gente se inscribe en programas de entrenamiento físico. Nosotros también nos tenemos que inscribir en el plan de Dios para entrenamiento espiritual. El primer paso es admitir que necesitamos ayuda. Todos nacemos espiritualmente enfermos: "muertos en vuestros delitos y pecados" (Efesios 2:1). En nuestro estado natural nos es imposible ser piadosos.

Jesús vino para sanarnos del pecado, y de sus consecuencias en nuestras vidas. Sólo tenemos que aceptar personalmente el sacrificio que él hizo para sanarnos espiritualmente. "El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias" (Salmo 103:3).

Inscribirnos es un buen comienzo, pero no es suficiente para lograr nuestra meta. Así como para mantener nuestra condición física tenemos que comer los alimentos adecuados, también una dieta espiritual adecuada es vital para nuestra salud espiritual. La Palabra de Dios nos nutre espiritualmente. "El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4). La Palabra de Dios nos da el vigor necesario par resolver los problemas en nuestras relaciones, tanto en el hogar como en el trabajo. ¿Qué le has dado a tu espíritu de comer últimante?

Además de tener la nutrición correcta, tenemos que evitar las cosas que son dañinas a nuestra salud. Por ejemplo, fumar y beber. ¿Qué cosas debemos evitar para entrenar nuestro espíritu para la piedad? Colosenses 3:8 y 9 dice: "Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros".

Así como el ejercicio diario es esencial para nuestro bienestar físico, la oración es importantísima para mantener nuestra vitalidad espiritual. El ejercicio fortalece a los músculos. La oración nos fortalece para resistir la tentación. Jesús nos amonesta: "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo 26:41).

Si enfocamos en lo espiritual, ¿debemos olvidarnos de lo físico?

No. Dios quiere que vivamos vidas balanceadas, pero como somos humanos, tendemos a un extremo o al otro.

Una vida espiritual templada y disciplinada, resultará en una vida física templada y disciplinada. Si Jesús es verdaderamente nuestro Señor, él controlará todo aspecto de nuestra vida. El apóstol Pablo nos urge a entregarnos a Dios: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Romanos 12:1).

Si hemos de dar un sacrificio a Dios, debemos darle lo más puro--lo mejor. "Consérvate puro" (1 Timoteo 5:22). Evita pensamientos, actividades y acciones que contaminan, y ofrécete a Dios como un sacrificio puro y piadoso.

Espiritualmente, ¿estás en forma? ¿Estás haciendo todo lo posible para ponerte en forma?

Si Quieres Recibir a Jesus

Cree que Jesús es el Hijo de Dios enviado al mundo para salvar a los pecadores.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12).

Recibe al Espíritu Santo dado a todo creyente.

"Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él . . . . El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Romanos 8:9,16).

"Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también del Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen" (Hechos 5:32).

"¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13).

Recibe los mandamientos e instrucciones de Cristo para la vida.

"Y éstos eran más nobles . . . pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11).

Sé recibido a una comunidad espiritual de creyentes.

"Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:41,42).

 

"La voluntad de Dios nunca te llevará a donde la gracia de Dios no te sostendrá."

Difícil perdonar ?

Mateo 6:14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial.

¡Que fácil es enojarse y que difícil perdonar!

El hombre en su orgullo y vanidad, se siente muy herido ante una ofensa, y por eso le cuesta perdonar. Hay rencores que duran años y que solo sirven para provocar dolor y daño a los demás.

Mas aquí en el conocido "Sermón del monte", el Señor nos habla del perdón irrestricto hacia los demás.

Pero aun mas , contrasta nuestra manera de perdonar, con la manera en que Dios perdona, y nos deja sin excusas.

Piensa por un momento todo lo que Dios te ha perdonado, y lo que te ha de perdonar aun, porque por nuestra naturaleza pecaminosa, no podemos evitar caer en algún pecado.
Y si Él te ha perdonado tanto y te ha tenido tanta paciencia, ¿no conviene pues que tu le imites?

Tal vez te preguntes: ¿Cuantas veces debo perdonar?
Veamos que dicen las escrituras al respecto:

Mateo 18:21-22 Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete.

He aquí la respuesta, siempre tiene que haber perdón, tal cual lo hace nuestro Dios con nosotros. Y cabe aclarar que no se trata de 490 veces, sino que le da esta cifra como para hacer que entendamos que siempre se debe perdonar, porque nadie cuenta las ofensas, ni lleva un inventario de las peleas.

En esto nos diferenciamos de Dios, ya que el en su omnisciencia, podría decirnos exáctamente cuantas ofensas, nos ha perdonado; y con derecho, teniendo en cuenta que las mismas le han costado el sacrificio de la Cruz.

La entrega de Cristo por nuestros pecados es el signo mas grande , la señal mas clara, la guía que nos muestra, como perdona Dios, y a que precio.

Por todo esto es conveniente, que podamos y sepamos perdonar, es el momento de olvidar viejos rencores y buscar la reconciliación, con familiares vecinos, amigos, cuanto mas con los hermanos en la Fe.

Porque esta es también una característica de los hijos de Dios.
Así que , si en tu corazón hay algún rencor, alguna ofensa no perdonada, has un examen de este hecho, y procura arreglarlo, ruega al Señor que te enseñe a perdonar. Para que los hombres vean que eres un hijo de Dios, del Dios de misericordia.

Mateo 9:13: Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.

Mateo Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.